Uso de deshumidificadores para contrarrestar la humedad en la madera.
La madera es un elemento muy importante y sigue vigente en la fabricación de muebles, los artesanos de la ebanistería saben la trascendencia que implica en el trabajo de la carpintería para este elemento, y su construcción y diseño estará hecho lo mejor posible para que dure el mayor tiempo posible y que los factores externos no los dañen. Aun así, estos factores siempre estarán presentes, y su influencia sobre los muebles será mayor o menor dependiendo de los cuidados que se tengan para con los mismos.
Este material pasa por un secamiento industrial, que disminuye su contenido de agua hasta el 15%, cuando en un principio la madera cuentas hasta con un 50% de agua. Es difícil que este elemento recupere el agua perdida, por lo que cualquier cantidad de líquido que absorba sin duda resultará ser una afección para su superficie.
Los cambios de temperatura bruscos son factores que pueden desencadenar agrietamientos indeseables en la madera, sobre todo si la temperatura excede los 24 grados centígrados; para tal efecto, es fundamental mantener un clima interior estable, puede ser por medio de calefacción inducida o natural.
La sobresaturación y las lluvias provocan una humedad alta, por ello los muebles que estén en exteriores se deben de cubrir muy bien en épocas de monzones, ya que el agua remueve la lignina poco a poco; la lignina es un componente esencial en la estructura de la madera. Incluso el vapor del interior es dañino, en ese sentido se aconseja la instalación de dispositivos de deshumidificación en las zonas donde aparezca más la saturación. Con el tiempo, la humedad produce moho y hongos, que sin duda dañan los muebles, agrietando la superficie.
La ventilación es una manera efectiva de cuidar la madera, la entrada de aire disipa la humedad, y evita la aglomeración de saturación y también de hongos. Para ese efecto se recomienda abrir las ventanas o usar un sistema de ventilación a discreción.
También una forma de proteger la madera de la intemperie es utilizar barnices que cuenten con una buena calidad de solventes, resinas y componentes. Incluso hay protectores que se impregnan directamente a la madera, la ventaja de éstos es que no forma molestos grumos que dañan la estética estructural, hasta impidiendo un repintado de la madera en cuanto sea necesario.
El olor a humedad tampoco es agradable cuando se impregnan en los muebles, cuando hay un olor muy fuerte, significa que algún hongo ya se ha depositado. Una forma de eliminar el hedor es por medio de cloro, bicarbonato de sodio, vinagre blanco, cepillo suave, paño y agua; combina agua con vinagre para formar una solución, después se tendrá que rociar por toda la madera, luego se tendrá que retirar la solución con un trapo suave poco a poco, si es necesario repetir una vez más.
Posteriormente se disolverá agua con bicarbonato de sodio y se verterá con pequeñas gotas por la madera, hay que dejar que actúe por un tiempo y después remover.
Si la humedad llega a ser mayor del 70% en un área determinada, entonces los acabados de los muebles sufrirán daños; primero se contraerán y luego se agrietarán. Es aconsejable que en el verano se utilice el aire acondicionado y que se usen deshumidificadores en el invierno. Solo los expertos en el tema de la deshumidificación tienen el diagnóstico correcto para las necesidades del hogar.