En esta época de frío es realmente molesta la humedad que se pueda presentar en nuestro hogar. Las lluvias combinadas con el frío invernal generan una humedad que nos incomoda hasta a la hora de conciliar el sueño. Sumándole la presencia de manchas en nuestros techos, paredes y en los marcos de las ventanas.
Una inadecuada ventilación y falta de luz solar son las causas perfectas para que el hongo de las humedades se reproduzca y genere problemas de salud a las personas. Hay varios métodos para el control de la saturación, como el uso de deshumidificadores eléctricos o bolitas de gel de sílice. Si por el momento no es posible adquirir una de las dos opciones, entonces se puede improvisar la construcción de un deshumidificante casero sustentable.
Paso a paso del armado casero de un aparato para deshumidificar con carbón
Antes que nada hay que juntar ciertos materiales que se requerirán de nuestro propio hogar: Carbón vegetal, cuchillo, lata con boca ancha.
1.- En la parte superior de la tapa de la lata de café, atún o lo que se haya elegido, hay que realizar agujeros, aproximadamente 10; pueden ser menos o más dependiendo de la lata. Dichos huecos deberán ser más pequeños que el grosor de un dedo meñique, sin que lleguen a ser diminutos.
2.- Posteriormente se recomienda agregar dos pedazos de carbones a la lata, sin embargo pueden ser más, y así podrá tener mayor efectividad.
3.- Ya una vez llenado el recipiente con los carbones, entonces colocaremos la tapa, sellándola por completo. Ahora habrá que escoger un lugar de nuestro hogar donde más se acumule la humedad, se puede colocar en ventanas, en baños o en paredes y techos.
4.- Cada mes los carbones necesitarán ser reemplazados por otros.
5.- En caso de que la saturación sea muy fuerte, entonces habrá que colocar otro deshumidificante casero en el mismo lugar.
El carbón es un excelente absorbente de humedad, además de que es conocido por remover malos olores. Si no funciona el método antes descrito, entonces hay que recurrir a otra solución.
Paso a paso del armado casero de un aparato para deshumidificar con sal gruesa
1.- En la parte de debajo de la lata o recipiente, le vamos a hacer dos agujeros, de gran tamaño (aproximadamente del grosor de los dedos índice y medio juntos).
2.- Luego se colocará una tela que sea capaz de dejar pasar la humedad, en esta ocasión no se tapará la lata, se mantendrá abierta.
3.- Por la parte de arriba del recipiente se meterá la sal gruesa, hasta casi llenarla, lo mejor es dejar un pequeño espacio, para que no se vaya a caer.
4.- Posteriormente tendremos que ubicar la lata en el interior de un balde más grande que la misma, donde la humedad goteará.
5.- La lata no deberá tocar el fondo del balde, por lo que se deberá ubicar una base del mismo grosor de la lata; se recomienda usar algún plástico sobrante o unas tapas de refresco correctamente pegadas podrán servir a tal propósito. Es importante que no se tapen los agujeros que previamente habíamos hecho en el fondo de la lata.
Efectividad y recomendaciones del experimento
Tanto la sal gruesa como el carbón son capaces de capturar la humedad, ya una vez que se saturan la van liberando. Si no se puede conseguir la sal gruesa, algo que puede sustituirlas es la sal de roca, de hecho este elemento podría ser más efectivo, aunque no es fácil de conseguir.
A diferencia del carbón, la sal se tendrá que reemplazar más seguido, de lo contrario el recipiente se podría llenar de moho. Asimismo recalcar que los niños se mantengan alejados de estos recipientes, porque ingerir la sal puede resultar bastante tóxico. Una ventaja palpable de la sal gruesa es que se puede reciclar una o dos veces, solamente basta con sacarla al exterior para secarla al sol.
En épocas invernales es trascendental tratar de combatir la humedad lo más que se pueda, si no se pueden disponer de dispositivos deshumidificantes, entonces el improvisado armado casero de los mismos resultará favorable; incluso dentro del experimento se podría probar con bolitas de gel de sílice, pero hay que informarse más acerca de su funcionamiento.