Causas del dolor ocasionadas por exceso de saturación ambiental
A lo largo de nuestra vida y con el pasar del tiempo es normal que tanto huesos como articulaciones se vayan deteriorando en nuestro sistema óseo. Incluso se ha demostrado que las situaciones climáticas tienen mucho que ver en ese efecto. Reumatólogos están de acuerdo con que el clima gélido ocasiona una rigidez fuera de lo normal en las articulaciones, presentando un dolor fuerte.
La baja presión atmosférica es originada por un alto índice de humedad ambiental, como se sabe, esta baja de presión desencadena dolencias en las intraarticulares. Los pacientes con artrosis o artritis reumatoidea son más susceptibles a este tipo de dolencias, y más en personas mayores o de la tercera edad.
Algunos especialistas destacan que los dolores en esta clase de pacientes se ligarán de tal forma que su duración vaya de acuerdo al cambio climático, por lo que recomiendan que no hagan alguna actividad que demande mucho esfuerzo físico intenso. Los días con altos porcentajes de saturación o cambios bruscos de presión atmosférica tendrán un efecto sobre el cuerpo, y más en personas que hayan sido sometidas a operaciones; las articulaciones y las cicatrices se verán más sensibles, incluso con presencia de jaquecas. Es aconsejable el uso de aparatos de determinen la presión atmosférica o las temperaturas, para tener un mejor control, incluso no estaría de más el contar con algún aparato deshumidificador para ayudar a contrarrestar las altas humedades.
De acuerdo al presidente de la Sociedad Uruguaya de Gerontología y Geriatría, explica que los iones, que son partículas eléctricas presentes en la atmósfera, tienen mucho que ver. Y es que nuestro cuerpo es muy sensible a las cargas eléctricas ionizadas, ya que nuestros receptores nerviosos están más receptivos al dolor en zonas específicas, como los huesos y las articulaciones.
En este tipo de días con climas inestables de mucha humedad, se recomienda evitar comer porciones de carne sustanciosas, debido a que sus proteínas acrecentarán los dolores, para ello lo mejor es hacer una dieta rica en vegetales y frutos, con la ingesta de mucha agua, para así lograr una estabilidad en nuestro preciado organismo.
Es trascendental empezar a adoptar ciertos hábitos que nos ayuden a contrarrestar los dolores en los huesos, ya que está comprobado que a partir de los treinta años, nuestro cartílago articular va a empezar a presentar molestias, hay que tomar medidas.
Recomendaciones para fortalecer los huesos
- Una dieta a base de algas, verduras y pescado y todos los alimentos que posean las vitaminas C y D.
- Ir modificando posturas en nuestra vida diaria, ya sea cuando estamos en la oficina trabajando o haciendo labores domésticas, si nos mantenemos estáticos por mucho tiempo, el dolor en lumbares y rodillas será una realidad.
- En ratos libres practicar algún deporte, que sea suave, esto permitirá a nuestras articulaciones que no se oxiden.
- Acudir con un nutriólogo en caso de presentar sobrepeso u obesidad, este es un factor preponderante en la aparición de dolencias en nuestros huesos.
- Salir a asolearnos de vez en cuando ayudará a tener más flexibilidad en nuestro sistema.
- Si estás tomando un baño caliente y empiezas a notar cierto grado de rigidez muscular y ósea, entonces prueba a exponerte al agua caliente en la zona donde notes la dolencia, si la ducha es en una bañera, mejor áun.
- Los dedos son muy susceptibles a presentar dureza y dolor en sus articulaciones, sobre todo en épocas húmedas y de frío, una pequeña recomendación es sumergir las manos por completo en algún recipiente con agua templada con unos cinco minutos, eso bastará para recuperar la elasticidad.
- La espalda también es sensible a los cambios bruscos de saturación y temperatura, por lo que es aconsejable la aplicación de fomentos con una manta caliente en la zona de lumbares, de unos 20 a 30 minutos basta, esto favorecerá la circulación de la sangre por todo nuestro cuerpo, además de la estimulación del líquido sinovial.
Todas estas recomendaciones más el control adecuado de nuestro entorno, permitirá a nuestro cuerpo fortalecerse de manera adecuada frente a cualquier cambio brusco de humedad, presión y temperatura.