La inclusión de desecantes industriales involucra muchas variables que moldea el éxito de una empresa que desea mantenerse competitiva en todos aspectos. Son dispositivos que son fundamentales en varios tópicos, como el suelo de fábrica, procesos de producción y en las instalaciones en general.
Un buen deshumidificador industrial no solo incidirá de buena forma para maximizar la calidad productiva y minimizar los tiempos de esta, sino también para la salud y el confort humano. Ya hemos visto que muchas veces, el aire acondicionado o la misma ventilación natural y mecánica, no son suficientes para proveer un confort térmico adecuado para trabajadores y colaboradores. En ese sentido, siempre será necesaria la presencia de humidificación y deshumidificación mecánica profesional, según sea el caso. A continuación mencionamos algunas ventajas puntuales de tener un desecante industrial en la empresa.
Ventajas de tener un desecante industrial
- Optimizan la fiabilidad en la manufactura. Por ejemplo, en el sector industrial de la química, que representa billones de dólares y empleos para el PIB mundial, actividades esenciales que involucran una deshumidificación, reflejan la calidad del producto final.
- Aseguran una mejor calidad del producto. Este es un parámetro muy importante, sobre todo en la industria alimentaria, química, medicinal y en los mismos textiles. Por ejemplo, en la producción de pastillas o cápsulas, se requiere un control de humedad muy efectivo, ya sea en el proceso productivo de estos medicamentos, así como en el almacenamiento de los mismos. Esto con el fin de evitar que se adhieran unos a otros, formando amalgamas que resulten en mermas y pérdidas monetarias por un mal producto.
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Eliminan el riesgo de crecimiento de microorganismos. Siguiendo en la industria alimentaria y farmacéutica, no tener una humedad controlada con deshumidificador industrial en grandes almacenes de estos productos, pueden conllevar indeseables multas e incluso enfrentar procesos judiciales que afectan de una manera u otra a cualquier organización. La proliferación de hongos o moho que dispersan un olor rancio desagradable, y que además atente contra la calidad de estos productos tan esenciales para el ser humano, repercutirá invariablemente en los estándares de calidad de cualquier compañía que se jacte de tenerlos.
- Desecantes industriales reducen los costes operativos. Sistemas de deshumidificación industriales robustos, que abarquen grandes áreas y que además estén instalados de forma adecuada, podrán reducir costos de operación, al ahorrar procesos extra para la recomposición de un producto que sale mal por una alta humedad. También se ahorran procesos de almacenamiento, al no tener que hacer tantos movimientos de determinados lotes, para asegurar un buen guardado, evitando asimismo, el costo de tirar o reciclar el producto.
- Deshumidificadores industriales pueden mejorar los márgenes de producción y por ende, los tiempos de entrega del producto, minimizando también los tiempos por lote.
Más allá de los múltiples beneficios económicos y comerciales que proporciona un buen sistema desecante
industrial en procesos alimentarios, químicos y farmacológicos, es importante saber lo fundamental que son estos sistemas para la seguridad industrial en general.
Es bien sabido que en casi todas esas industrias, se laboran con materiales muy peligrosos, como el sodio metálico, potasio y litio, por mencionar algunos. Estos al estar en contacto con alguna saturación atmosférica dentro de las naves, se corren riesgos de que se propicien algunas reacciones negativas, potencialmente peligrosas en el entorno.
La humedad incide en muchos de los productos químicos, como el hidróxido de sodio que sirve para elaboración de jabones y tintes, ácido adípico que es empleado para manufactura del nylon, sulfato de aluminio usado para producción de papel, ácido fosfórico para industria alimentaria, de bebidas y en los mismos fertilizantes, silicato de sodio usados en aislantes, cloro en producción de blanqueadores, ácido nítrico para elaboración de fertilizantes sólidos, carbonato de sodio en la producción de vidrio y artículos de limpieza, butiraldehído en aceites sintéticos, entre otros.