La plusvalía de un bien inmueble depende también de cómo está su infraestructura interna, como condiciones de tuberías, redes de aire acondicionado, distintos aparatos para climatizar como desecantes industriales, purificadores, entre otros. Si se quiere que la instalación siga adquiriendo valor exponencial, checar estas partes es esencial en todos sentidos.
Ahora más que nunca, gestionar la calidad ambiental, teniendo siempre el criterio para la optimización del consumo energético, será fundamental en la actualidad y de cara a los próximos años. Todo esto, mientras se garantice seguridad, limpieza y confort en personas que estén en ciertas instalaciones.
Justificación para la excelente gestión de instalaciones y su infraestructura
El mantenimiento de toda la edificación, incluyendo la red de climatización, como sistemas de calefacción, aire acondicionado y deshumidificadores industriales, constituye un porcentaje importante de su valor total, de al menos un 80%. Prácticamente es un patrimonio que forma parte esencial en el balance contable de cualquier empresa industrial o comercial, eso es más que obvio.
Pero también otros motivos, pudieran perderse de vista en algún momento, por ejemplo, en el nivel de adaptabilidad que debería tener una edificación, para poder adoptar nuevas áreas tecnológicas, o nuevas zonas críticas para el buen desempeño de toda una instalación. Es normal que con el pasar del tiempo, la complejidad vaya aumentando en la cantidad de espacios requeridos, y tal vez no se trate simplemente de adquirir nuevos terrenos o anexarse otras propiedades circundantes, sino tiene que ver con la capacidad de adaptar áreas ya existentes, para que sean de mayor utilidad, y ser eficiente en el manejo de espacios. Por ejemplo, si se necesita climatizar con mayor potencia, entonces ver la forma en cómo se puede instalar nuevo equipo de aire acondicionado o desecantes industriales, para que puedan empatar con la red de climatización de toda la instalación, a través de varias opciones tecnológicas, como tuberías con infrarrojos para calefacción o refrigeración, o con adaptación de paneles o cristales de última generación. ¿Qué tan inteligente quieres que sea tu edificio en este tema y otros?
Otro argumento para el manejo y gestión de instalaciones y quizás el más importante, es la estancia de las personas en áreas interiores, de al menos un 60%, considerando el trabajo, hogar y lugares de convivencia. Esto se maximiza todavía más en un entorno laboral, donde la calidad ambiental debe estar impoluta, o lo más cercano a ello. Está comprobado que una mala calidad en el aire, por deficiente mantenimiento a climatización como aire acondicionado, deshumidificadores industriales, humidificación, entre otros, invariablemente afecta la salud de las personas y por ende, su productividad laboral. Gestionar esto forma parte inherente de la higiene y seguridad en edificios, a través de los mejores sistemas para confort humano y eficiencia energética.
Ahora, también hay que tomar en consideración todas las modificaciones en materia económica e inmobiliaria a un nivel global. Saber adaptarse a estos cambios significará el éxito o fracaso empresarial. Incluyendo claro está, las situaciones pandémicas que se vayan presentando.
Para asegurar la larga vida útil de cualquier instalación, las inversiones inmobiliarias se tienen que rentabilizar, y no dejarlas ahí como si de un cascarón de huevo se tratase. Al mismo tiempo, es necesario que se trate de minimizar el costo de dichas gestiones, así como en el mantenimiento, por ejemplo de la climatización. Se puede ver como una tarea titánica es cierto, pero una vez lograda, se podrá potenciar el patrimonio a un nivel empresarial o residencial.
En ese sentido, hay que enfocarse en las tecnologías que van saliendo, de cualquier tipo, incluyendo las de aire acondicionado, como Mini Split Inverter, deshumidificador de reciente generación con eficiencia energética, entre otros. Esto se llama maximización de recursos, siempre con un criterio sustentable en todos