La humedad y altas temperaturas pueden deteriorar rápidamente los medicamentos.
Es bien sabido que en un hospital es fundamental la correcta higiene, en todos aspectos, desde los elementos que la conforman como camas, escritorios, cuartos, almacenes, quirófanos y desde luego el personal, desde el intendente hasta el director general, y es que, a quién le da confianza un doctor que siempre anda empapado en sudor o que dé una impresión de suciedad, por ello el tema de la higiene en cualquier clínica es de gran importancia.
Tan solo en junio de 2014, en el municipio de Naucalpan de Juárez en el Estado de México, un hospital materno se tuvo que clausurar por diversas anomalías, entre las que se encontraba un quirófano que no cubría las normas sanitarias. Así como otros hospitales que no tenían los medicamentos en buena forma, llegándose a caducar. Definitivamente es imprescindible mantener una limpieza de cualquier área hospitalaria, así como mantener una temperatura y humedad adecuadas para el cuidado de las personas y los elementos que componen las clínicas.
El Servicio de Farmacia posee un almacén que sirve como recepción y conservación de los medicamentos o cualquier tipo de utensilio médico que tiene que estar bajo custodia de un farmacéutico. La gestión de estos suministros se verá facilitado por el adecuado control de los mismos, por ello se debe tener un cuidado especial de estas áreas.
Su ubicación es en conjunto, en espacios específicos y planeados para su oportuno acceso. Las condiciones ambientales del almacén de medicamentos deben cumplir con la óptima seguridad en su conservación.
De acuerdo a la Ley del Medicamento, la dispensación, conservación y vigilancia de los medicamentos para uso humano deberá corresponder a los servicios de farmacia dentro de la clínica; para el correcto mantenimiento de los medicamentos es trascendental estar al tanto de los factores medioambientales como lo son: temperatura, humedad y luz.
Luz del sol.- Sin lugar a dudas los medicamentos se pueden degradar de manera sustancial, y la luz solar es un factor preponderante, por ello es altamente recomendable mantener las medicinas en su frasco o empaque original, o por lo menos utilizar empaques que sean seguros. Los medicamentos fotosensibles son aquellos medicamentos que son muy sensibles a la luz; también los contenedores herméticos pueden ayudar a mantener el producto en buenas condiciones.
Temperatura.- Todo ambiente de almacén medicinal requiere a fuerza que su temperatura esté controlada, para ese propósito hay dispositivos como humidificadores o deshumidificadores que pueden auxiliar en el control de higrometría y temperatura de un lugar determinado. La temperatura ideal para medicamentos comunes es de 20 a 22 grados Celsius, con excepción de los que requieren estar en refrigeradores o congeladores, debido a que son termolábiles (susceptible al deterioro por la variación alta de la temperatura).
Las temperaturas de conservación varían. Si la temperatura ambiente está entre los 15 y 30 °C, entonces el control termostático tendrá que estar en torno a los 22 grados. Es preponderante emplear los lugares frescos (de 8 a 15 grados) para medicamentos especiales (líquidos), tales como insulinas, antibióticos, vacunas, colirios, entre otros; aunque de preferencia para los últimos mencionados al ser productos termolábiles, se deberán refrigerar a temperaturas entre los 2 y 8 grados. Las medicinas que necesitan estar en congelación, su temperatura óptima es de entre -10 grados y -20 grados.
La utilidad del deshumidificador en el almacén de medicamentos
Humedad ambiental.- Las condiciones estables de los medicamentos dependerá mucho de los efectos de la humedad, para que este no sea un factor dañino se pueden tomar medidas preventivas:
Cuando se almacenen los medicamentos, tratar de que estos no entren en contacto con los muros o techos del almacén, es recomendable dejar un espacio abierto entre los productos y superficies. Lo mejor es que estén a por lo menos 20 centímetros del suelo, para ello los soportes son de utilidad.
Las sustancias usadas como materia prima en las especialidades farmacéuticas siempre se verán afectadas por la humedad ambiental en los componentes químicos de los medicamentos. Está comprobado que el uso de un dispositivo deshumidificante tendrá la capacidad de controlar los niveles de saturación en un área determinada, sobre todo en áreas que precisen de estar cerradas; por eso se recomienda su instalación en el almacén de medicamentos y cualquier otro lugar que necesite estar perfectamente higiénica.
El controlar con precisión los factores antes mencionados, sin duda darán como resultado que los medicamentos no sean alterados en su composición química, incluso auxiliarán en la óptima condición de los utensilios y no se corrosionarán.